Mesas de negociación firmaron acuerdos que ponen fin a la toma feminista

Pasadas las 13:00 horas de hoy, las mesas de negociación de la Universidad de Magallanes que llevaban adelante el diálogo para resolver el conflicto con el movimiento feminista y con la carrera de Derecho, firmaron los protocolos de acuerdos, lo cual dará inicio a una nueva etapa de cumplimiento de compromisos institucionales, y permitirá volver a la normalidad de las actividades universitarias a partir de este lunes 13 de agosto.

Según informó la secretaría de la Universidad, los estudiantes entregarán las dependencias mañana domingo 12 al mediodía, “y el mismo lunes 13 se recalendarizarán las actividades académicas, y se realizará un Consejo Académico para sancionar el nuevo calendario,  de forma de  retomar  las clases a partir del día martes 14 de agosto”.

Rector Juan Oyarzo.

A la salida del edificio de 21 de mayo con calle Bellavista, el rector Juan Oyarzo informó que firmaron “un acuerdo que yo creo que era necesario; en las universidades del CRUCH (Consejo de Rectores), en general, están de acuerdo con este movimiento. Quizás fue un poco prolongado, (…) pero yo creo que fue una cuestión bien consensuada”. En cuanto al calendario académico, fue optimista al comentar “a ver si terminamos antes de marzo del próximo año – yo creo que vamos a terminar – pero la idea es que ya hemos concluido este prolongado movimiento estudiantil”, concluyó.

Reacciones integrantes mesas de negociación

Stephanía Garrido, estudiante de Trabajo Social.

El primer acuerdo se firmó con el movimiento autodenominado “La Jauría Feminista”. Stephanía Garrido, estudiante de Trabajo Social que fue parte de esta mesa, destacó ante los medios la aprobación del “reglamento MAPAU, de padres, madres y estudiantes; también, la implementación de un código de ética; la validación del nombre social dentro del estamento estudiantil y funcionarios; (…) la implementación de la Unidad de Apoyo que va a recepcionar las denuncias de acoso, abuso de poder, discriminación, y la pronta implementación de la Unidad de Género”. La representante estudiantil agregó que, “si bien están los acuerdos firmados y todos los puntos tienen resolución, nosotros vamos a funcionar como agentes fiscalizadores (…) para ver de que esto se implemente de la mejor manera”.

Mjlena Busolic, estudiante de Derecho.

Un par de horas después salieron de reunión los estudiantes de Derecho. En su representación, Mjlena Busolic leyó un comunicado donde afirman que firmaron la propuesta “aun cuando no satisface nuestras peticiones, por lo que no podemos alegrarnos de este acuerdo. (…) Quisimos conseguir más, pero nuestras autoridades no le dieron a nuestras problemáticas el mismo nivel de importancia que nosotros”. Hacia el final, aclaran que aceptaron por responsabilidad, porque “no queremos seguir perjudicando a nuestros compañeros de otras carreras”, y llamaron a sus pares a acompañar “el proceso que continúa, ahora en adelante, de Derecho Renace”.

Mónica Álvarez, presidenta AFUM.

Mónica Álvarez, presidenta de la Asociación de Funcionarios y representante de dicho estamento en la Comisión para la Elaboración de Políticas de Género y en la mesa feminista, comentó que fueron “semanas desgastantes, mañana y tarde en este proceso de negociación, pero la verdad es que estamos gratamente felices, reconfortadas (…) éste no fue un tiempo perdido; fue un tiempo valioso, ganado”. Uno de los aspectos que más la enorgullece es el hecho de que “aquí no quedaron compromisos pendientes. Todo quedó oficializado como corresponde; quedaron las resoluciones tramitadas, firmadas, documentos que efectivamente nos van a ayudar (…) en la medida de que cada integrante de la comunidad universitaria entienda, sienta que aquí tiene que haber una nueva universidad, libre de violencia de género”.

 

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Abogada y docente UChile Laura Albornoz: la equidad de género no se aprende por osmosis

“¿Qué aprendizajes nos deja el mayo feminista?, casos de lecciones no aprendidas” se llamó la charla que dio la Abogada, Doctora en Derecho Civil, ex Ministra del Servicio Nacional de la Mujer y académica de la Universidad de Chile, Laura Albornoz Pollmann. La organización estuvo a cargo del movimiento Derecho Renace de la Universidad de Magallanes, con el apoyo de la Unidad de Derechos Humanos y Ciudadanía.

Durante poco más de una hora, la militante demócrata cristiana definió la violencia de género como un problema estructural, vertical y transversal, y al acoso sexual como “la repetición de esa violencia estructural contra la mujer”. También expresó lo complejo de instalar este tema en la academia, debido a una cultura que funciona “como una mochila cargada de prejuicios, discriminaciones, ignorancia, falta de estudio y de preparación en un espacio que se supone culto”. A juicio de la Abogada, la academia ha permanecido pasiva frente a un tema que es urgente, mencionando como ejemplo la existencia de una sola rectora en las 18 universidades estatales, y recalcando que el acoso sexual produce efectos a veces irreparables en las víctimas, por lo cual, especialmente estas instituciones, deben contemplar sanciones a la altura.

En conversación con UMAG TV tras su charla, Albornoz subrayó que “estamos en un espacio intelectual, de creación de intelecto, formación de conocimiento, de profesionales. Le exigimos a nuestros estudiantes que aprendan, que conozcan, que investiguen. Bueno, autoimpongámonos la misma obligación los académicos”, dijo, porque “la equidad de género no es un tema que uno estudia mientras está esperando su turno en una fila (…) no se aprende por osmosis”, advirtió.

Consultada por la relación entre profesiones y discriminación de género, la ex Ministra respondió que “el acoso sexual es un fenómeno que afecta mayoritariamente a las mujeres, ya sea que éstas estudien ingeniería o matemática”, por tanto, el problema debiera ser “una preocupación institucional más que una salvaguarda personal”. A su juicio, “la máxima obligación de un académico y de una autoridad es aprender sobre sus obligaciones, y su obligación es tratar de hacer que esta universidad, que es una universidad pública, funcione con los estándares que el Estado chileno ha prometido defender, cuando ha suscrito tratados internacionales”, concluyó.

 

 

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